Muchos de nosotros, hombres o mujeres deseamos mantenernos siempre jóvenes y vivimos los cumpleaños como un signo
de envejecimiento especialmente despues de los 50. Investigadores de la Universidad de Stony Brook, en el
estado de Nueva York (EE.UU.), pueden
hacernos cambiar de opinión.
Además, el estudio certifica que existe
la crisis de los 40 e indica que, con la edad, existe una disminución de los
sentimientos negativos relacionados con el estrés y el mal humor.
La
etapa más feliz de la vida y aquella en que los sentimientos negativos (como la
preocupación y el mal humor) son mínimos, suelen llegar pasados los 50 años. Y si hay que
elegir una edad concreta en que la felicidad es máxima, cuando se analiza la media
de toda la población, es... ¡a los 73 años!
Estos
datos se desprenden de una encuesta de la Organización Gallup a la que
respondieron 340.847 personas de entre 18 y 85 años en Estados Unidos. Estudios
anteriores detectaron que los patrones de felicidad observados en Estados
Unidos se repiten en otros países y en otras culturas.
Por
otro lado la encuesta certifica que la
crisis de los 40 existe. La franja de edad de los 40 a los 50 años es la década
de la vida en que la percepción subjetiva de bienestar se reduce más
rápidamente, tanto en hombres como en mujeres.
En
cambio pasados los 50, los sentimientos positivos vuelven a aumentar igual de
rápido y los negativos se reducen. Los encuestadores de Gallup realizaron unas
cien entrevistas telefónicas diarias a lo largo de todo el año 2008.
Asimismo evaluaron si los encuestados habían experimentado durante gran parte
del día anterior dos sentimientos positivos (placer y felicidad) y cuatro
negativos (estrés, preocupación, mal humor y tristeza).
Los
resultados muestran que "el bienestar subjetivo, el placer y la felicidad
tienen una curva en forma de U con el punto más bajo situado a partir de los 50
años", sostienen los investigadores en la revista PNAS, donde presentaron
sus resultados.
En
cuanto a los sentimientos negativos, "el estrés, la preocupación y el mal
humor muestran una mejora pronunciada con la edad". La mejora se inicia
desde el inicio de la etapa adulta para el estrés y el mal humor mientras que,
para la preocupación, la mejora no llega hasta alrededor de los 50 años.
Los
investigadores destacan que hombres y mujeres experimentan un patrón idéntico
de más bienestar y menos sensaciones negativas a lo largo de la vida. Pero las
mujeres dan puntuaciones más altas que los hombres cuando se les pregunta por
su bienestar general, aunque no por el placer o la felicidad. Es "un resultado
inesperado", reconocen los autores del estudio, para el que no tienen
explicación.
También, pese a experimentar un mayor bienestar subjetivo, las
mujeres dan puntuaciones más altas en todas las emociones negativas excepto el
mal humor.
Otra
sorpresa ha sido observar que tener pareja, vivir con hijos en casa no tiene
ninguna influencia apreciable en la evolución de las emociones positivas y
negativas a lo largo de la vida. Los autores del estudio presuponían, por
ejemplo, que los resultados serían distintos en parejas con hijos y sin hijos.
Pero al analizar los datos, el efecto de la edad sobre las emociones ha
resultado ser más consistente que el del estado civil, la paternidad o el
empleo.
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